Conclusión de la investigación:
Se documentó cómo las fuerzas armadas colombianas y los grupos insurgentes han adoptado tecnología avanzada para realizar operaciones más precisas y letales. El uso de drones, vigilancia digital y armas de precisión ha sido destacado.
La tecnología ha sido un actor transformador, tanto para bien como para mal, en el complejo escenario del conflicto armado colombiano. Por un lado, ha amplificado la violencia al facilitar la comunicación, la coordinación y la logística de los grupos armados, permitiendo ataques más sofisticados y la expansión de sus operaciones. Las redes sociales y las comunicaciones móviles se han utilizado para difundir propaganda, reclutar combatientes y sembrar el terror.
Por otro lado, la tecnología ha sido una herramienta fundamental para la denuncia de violaciones a los derechos humanos, la visibilizacion de las víctimas y la organización de la sociedad civil. Las plataformas digitales han permitido a los colombianos conectar, compartir información y exigir justicia, contribuyendo a la construcción de una narrativa más amplia y diversa sobre el conflicto.
En el marco de la construcción de paz, la tecnología ofrece un potencial enorme para la reconciliación, la reparación y el desarrollo. Las herramientas digitales pueden facilitar la implementación de acuerdos de paz, el monitoreo de los ceses al fuego, la gestión de tierras y la promoción de la participación ciudadana.
Comentarios
Publicar un comentario